De tradición campesina, San Vicente es conocido por su clima frío, paisajes montañosos y fuerte identidad religiosa. Su vocación económica está en la agricultura de tubérculos, la cabuya y la ganadería. Sus costumbres se reflejan en las Fiestas de San Vicente Ferrer y celebraciones patronales. Su potencial de desarrollo está en el ecoturismo, la vivienda rural y la producción agrícola especializada.