Fundado en 1790, es conocido como la “cuna de la libertad” por haber liberado esclavos antes que cualquier otra región del país. Tradicionalmente dedicado a la carpintería y ebanistería, hoy combina ese legado artesanal con una vocación creciente hacia la vivienda campestre, el café de especialidad y el turismo. Sus costumbres incluyen las Fiestas de los Negritos y celebraciones religiosas. Su potencial de desarrollo está en el equilibrio entre tradición artesanal, turismo cultural y proyectos residenciales de alta calidad.