
Conocido durante años como PIMSA (Parque Industrial de la Madera S.A.), este proyecto nació en 1997 gracias a la unión de más de treinta empresarios del sector maderero que buscaban relocalizar sus operaciones fuera del Valle de Aburrá. En conjunto adquirieron un lote de 150.000 m² en Guarne, que poco a poco fue urbanizado en diferentes etapas.
Aunque inicialmente estuvo conformado por carpinterías y pequeñas industrias de la madera, con el tiempo se consolidó como un parque industrial diverso que hoy alberga compañías de madera, metalmecánica y manufactura de gran formato, con bodegas que van desde los 2.000 hasta los 5.000 m².
El proyecto se desarrolló bajo un esquema asociativo en el que los socios fueron invirtiendo, urbanizando y construyendo con parámetros comunes de diseño y materiales, lo que le dio uniformidad arquitectónica y una identidad propia.
Más que un negocio de venta al público, el Parque Industrial Guarne ha sido un ejemplo de cooperación empresarial de largo plazo, que lleva más de 25 años generando valor, evolucionando de la primera a la segunda generación de empresarios y consolidándose como un referente del Valle de San Nicolás en proyectos industriales de gran escala.